Muy popular por prevenir los resfríos (aunque algunas investigaciones demostraron que no los evita, sí ayuda al tratamiento de estos estados) la vitamina C es un nutriente esencial para el crecimiento y la reparación de tejidos, permite la asimilación del hierro y es un excelente antioxidante capaz de combatir los daños del paso del tiempo en el cuerpo. Estudios indicaron que altas ingestas de vitamina C disminuyen el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares incluyendo enfermedades coronarias y accidentes cerebrovasculares.
Esta vitamina es hidrosoluble, el sobrante se elimina por orina (no tenemos reservas de Vit C) y es necesario mantener una ingesta diaria de alimentos que lo contengan.
En fumadores: el tabaquismo no sólo disminuye la absorción de vitamina C, sino que aumenta sus requerimientos en un 30% (también fumadores pasivos), tenerlo en cuenta.
Para cubrir las recomendaciones basta con incluir en la dieta alguna de estas opciones:
– 1 kiwi
– 1 taza de frutillas
– ½ pimiento/morrón rojo
– 2 naranjas
– 3 mandarinas
– 1 porción de brócoli
Mantener una alimentación alta en frutas y vegetales crudos, nos asegura un aporte continuo, sin tener que pensar demasiado en cuáles o cuántos alimentos fuente de vitamina C consumir.