Las mejores fuentes vegetales de zinc son las legumbres, frutos secos, semillas y la avena.
Si bien el ácido fítico presente en estos alimentos afecta el aprovechamiento del zinc, utilizando técnicas de preparación adecuadas, como remojar y germinar las legumbres, cereales y semillas, así como la fermentación, pueden reducir la unión del zinc con el ácido fítico y aumentar su biodisponibilidad.
Es una de las razones por las que activamos semillas y remojamos legumbres (no olvidar desechar el agua de remojo).